Cuando vas al médico, siempre
tenés que responder a preguntas incómodas, cosas muy privadas que uno no
comparte con el resto del mundo, por pena y recato; preguntas como: ¿está
haciendo aguadito o duro?, ¿Y la pupú es café o amarilla?, ¿hace cuánto que no
hace pupú?. Aunque sea embarazoso, todos sabemos que hay que responder con
mucha honestidad para poder obtener un diagnóstico certero; pero hay preguntas
que traspasan esa barrera de lo tolerable y tocan fibras que van más allá del decoro,
sobre todo en una sociedad donde erróneamente ciertas conductas tienden a estar
directamente vinculadas con la moralidad.
En la primera evaluación médica
al momento de ingresar al hospital para mi cirugía, un médico muy joven de ojos
pispiretos, me preguntó: - ¿Cuántos compañeros sexuales ha tenido?, me reí con
la risa de los que se acuerdan de sus fechorías y le dije: - Yo de esas cosas no
llevo la cuenta; ser rió con esa risa con la que se ríen solo los que han
entendido el chiste y me dijo: - “Eso nunca me lo habían dicho, pero no puedo
poner eso en el expediente, dígame un aproximado”, lo miré y le dije: -“póngale
de cinco”; pero me seguí riendo con esa risa de quien sabe que está mintiendo y
que no le están creyendo. El joven médico anotó algo en el expediente mientras
intentaba contener la risa, desconozco el contenido de sus anotaciones, pero
supongo que en jerigonza técnica debió ser algo como: “La paciente es bien puta”.
Después de que el médico hiciera
su ronda por todo el pabellón de ginecología, una señora, muy consternada se me
acercó y me dijo: “Va creer que me preguntó con cuántos hombres he estado, ¿y a
él que le importa?”. Desde ese día el doctor de ojos coquetos pasó a ser
identificado como: “ahí viene el doctor que quiere saber cuántos maridos hemos
tenido”.
Supongo que alguna razón habrá
para hacer una pregunta tan invasiva, pero me parece sumamente inapropiada, en
consecuencia, la mayoría de mujeres
miente cuando se les pregunta; yo antes decía que 3, ahora con casi 40 años de
vida bien vivida, me pela un ovario lo que piense el médico sobre mi moral
sexual y digo la verdad: “No tengo ni puta idea”.
La experiencia fue jocosa, pero
me asalta la duda, ¿y a los hombres cuando van al urólogo les preguntas cuántas
parejas sexuales han tenido?, es una pregunta honesta y sin malicia, porque no
los sé, no soy médico; pero si vamos a evaluar el factor de riesgo a la salud
en relación con la cantidad de veces en que hemos acoplado los genitales, lo
justo sería que nos preguntaran los mismo a ambos, sobre todo porque existen
enfermedades de transmisión sexual que en los hombres son asintomáticas pero sí
las transmiten. Por equidad y por consideración hacia nuestras inmaculadas
vaginas espero que se haga. Una última pregunta antes de cerrar: ¿ustedes,
compañeros, llevan la cuenta del número de mujeres con las se han acostado?,
tengo curiosidad.