Entradas

Mostrando las entradas de julio, 2016

UNA TAL MARTITA.

Imagen
Cuando yo estudiaba en la U, tenía una compañera que se llamaba Martita. La Martita era una de esas personas de bondad enorme, súper buena amiga, amable y solidaria, pero para el estudio era algo lenta, no le abundaba, por más que estudiábamos juntas, nada se le quedaba, jamás entendía. Sin embargo, como era billetuda, me pagaba para que le hiciera las tareas y los cuestionarios, y para copiar en los parciales era la puta ama; pero, tenía una particularidad: cuando no encontraba la forma de hacer trampa en un examen, jodía de amores hasta que le pasaras las respuestas. Así, a pura copia, la Martita logró terminar la U y para el último examen del seminario de graduación, ella se tenía que sacar 8 de mínimo para poder aprobar el curso, entonces andaba afligida, pero como era súper cachimbona para copiar, tomó sus precauciones para no aplazar y me apartó el pupitre atrás del de ella para que le pasara la copia. Pero con la mala suerte de que al llegar el Lic. nos cambiaron de lug

UN TAL DOCTOR

Imagen
Conocí una vez a un caballero, alto, guapo, empresario y Doctor, sí un médico muy galante él, muy inteligente, culto, soltero y emprendedor, todo un galán. Empezamos a comunicarnos por chat, en plan amigos. Tenía mucho tema de conversación el tipo, había viajado mucho y conocía casi todas las latitudes de américa, de punta a punta, era de esos sujetos que uno puede llamar “cosmopolitas”. Vivía en el interior del país, tenía su clínica en una cabecera departamental y viajaba a San Salvador a hacer un diplomado. Una vez entre charla y charla, me dijo que tenía que venir a tramitar unos documentos de naturaleza legal y me preguntó si yo podía recomendarle un notario eficiente que pudiera facilitarte las diligencias. Por supuesto que me ofrecí a hacerle los documentos a un costo simbólico en aras de la amistad que habíamos empezado. Y así quedamos, un sábado por la mañana nos encontraríamos en la oficina de una amiga, con la que yo trabajaba los asuntos notariales. Se llegó el

GRACIAS, VEROLIEBERS

Imagen
El día que me subí a una ruta 27 y me fui a dar una gran perdida tratando de llegar al centro de San Salvador, nunca me imaginé que ese iba a ser el comienzo de más de cien historias contadas y más de 365 estados compartidos. Juro que mi única intención al contar esa aventura era que alguna alma caritativa se solidarizara conmigo por la gran aflicción que acababa de pasar, jamás se me habría cruzado por la cabeza que mi vida fuera tan hilarante para tanta gente. Yo creo que a todos nos pasan cosas graciosas, lo que sucede es que no todos las contamos o a lo mejor a mí me pasan cosas tan chistosas porque soy bien salida, porque cuando repartieron la pena yo estaba comprando pupusas con curtido de mayonesa, según decía mi abuela. Recuerdo que cuando era adolescente, en el colegio me regañaban no menos de cinco veces al día. La Directora que era una señora muy correcta y por quien guardo un enorme afecto, asomaba la cabeza por la puerta de la Dirección y me gritaba: “Verónica